Seguidores

sábado, 31 de diciembre de 2011

La vida es fácil con los ojos cerrados, malinterpretando todo lo que ves.

Le gustaba leer porque podía abandonar ese mundo monótono y corrupto. Pasaba las horas entre página y página, y cuando no lo hacía, cavilaba en sus ilusiones.
Le gustaba pensar que era una de las heroínas de sus novelas, que podía romper con todo lo establecido. Sin duda ella se identificaba con todas ellas, pues la pobre ilusa pensaba que tenía la determinación admirable de éstas, el ingenio y encanto digno de la atención de cualquier galán que se presentase ante ella.
Ella aceptaba la nobleza y los diálogos tan pensados de sus novelas, se le antojaba absurdo todo lo demás, fuera de sus libros la vida era mediocre e incluso secretamente sabía que ella también lo era.

 

4 comentarios: